Britannia en el Museo...
…
¡Británico!
Ave.
El British Museum es uno de los museos emblemáticos del mundo, en mi opinión por
delante del Louvre de París y solo superado por el conjunto de los Museos
Vaticanos, en Roma.
A
diferencia de ellos, no surgió a partir de colecciones reales o papales, sino
que fue a través del esfuerzo y tesón de Sir Hans Sloane (1660-1753), quien donó
a Jorge II para disfrute de toda la nación su colección de objetos de todo el
mundo, que formó la base del museo con más de 70 000 piezas. El Parlamento creó el
Museo en Junio de 1753, seis meses después de su muerte.
©Raimundo Benzal Martínez
Cualquier
sala del museo encierra cientos de objetos, y visitada con atención puede
ocupar una buena parte de un día.
En este
artículo me voy a centrar en la sala 49, conocida como Roman Britain, es decir,
la época en que la isla estuvo casi en su totalidad dominada por los romanos.
Los
romanos crearon la provincia de Britannia en 43 dC, cuando un ejército bajo el
mando del emperador Claudio la invadió. Ya antes había habido incursiones
romanas en el territorio, como Julio César en sus campañas de 55-54 aC. Las
tribus celtas que habitaban la isla desde la Edad del Hierro tenían contactos
culturales y comerciales con la Europa continental, aunque fueron los romanos
los que introdujeron la agricultura, la urbanización, la industria o la
arquitectura.
©Raimundo Benzal Martínez
Paseando
por la sala nos encontramos todo tipo de artilugios, desde zapatos a estelas
funerarias, y muchas, muchas monedas, en las que nos vamos a centrar a
continuación.
Antes
de la llegada de los romanos, los celtas, conocidos originalmente en la zona de
Inglaterra como Pritani o Albiones, tenían su propio sistema monetario. Las
monedas celtas entraron a través de los pueblos galos alrededor del s.III aC.
Se calcula que en la últimas décadas del s.II aC ya se había introducido una
cantidad importante de oro y plata en el sureste de Inglaterra, y durante el
medio siglo siguiente empezaron a aparecer las primeras monedas, marcando el
inicio de un siglo de extraordinaria creatividad en las acuñaciones, habiéndose
documentado casi un millar de tipos distintos, la mayoría de los mismo con un
estilismo único.
Aquí
podemos ver el tesorillo de Alton, descubierto en 1996 en Alton, Hampshire, y
encontrado en dos partes, conteniendo la primera 50 estáteras de oro de
Commios, Tincomarus y Eppillus
©Raimundo Benzal Martínez
y la
segunda 206 estáteras de oro de Tincomarus y Verica:
©Raimundo Benzal Martínez
Transmitidas
originalmente a través del mundo griego, este tamaño de piezas de oro era el
tipo de moneda preferido en la Europa Occidental pre-romana. Las últimas
monedas muestran la transición entre motivos celtas y clásicos.
En el
tesorillo, datado en la primera mitad del s.I dC, también se encontró un anillo
y una pulsera, ambos de oro y de origen romano, lo que demuestra el intercambio
económico existente por aquel entonces entre ambas civilizaciones.
Las
acuñaciones celtas del centro y norte de Europa siempre estuvieron
influenciadas por las monedas de la Grecia y Roma clásicas. Así, conocemos que los pueblos celtas del este de Europa habitualmente copiaban los motivos de
las estáteras de Filipo II de Macedonia, o los tetradracmas de Alejandro Magno,
llegando a diseños futuristas por deformación tras varias décadas de “corta y
pega”.
Varios
de estos ejemplos, pero relacionados con la numismática romana los podemos ver
en otra vitrina:
©Raimundo Benzal Martínez
Las dos
primeras están influenciadas por los estilos e imágenes de la amonedación
romana, siendo la (1) estátera de Tincomarus, empleando letras latinas y una representación
realista del caballo, y (2) unidad de bronce de Tasciovanus, que muestra a un
rey sentado en el trono, sosteniendo una copa de vino.
En
otros casos las monedas eran copias, directas o indirectas, de monedas
concretas, como vemos en la (3) y (4), que son unidades de plata de Cunobelin,
imitando respectivamente denarios de C.
Vibius Varus:
C Vibius Varus. RRC494/37
© Gemini VIII, lote 236
y M.
Porcius Cato:
M Porcius Cato. RRC 343/1c
© Freeman & Sear, Manhattan Sale I, lote 142
La (5)
es una unidad de plata de Epatticus, en este caso basada en dos denarios
diferentes.
Las
emisiones celtas concluyeron alrededor de 61 dC, tras la derrota de Boudica.
Los
hallazgos son una pieza fundamental para datar las acuñaciones. Estos
se producían al guardar, normalmente, las monedas más valiosas en momentos de
incertidumbre política o militar, para volver a recogerlas más tarde… aunque
ese más tarde a veces no llegaba nunca, y eso nos permite estudiar estos
familiarmente llamados tesorillos.
En este
sentido, Inglaterra (que no el Reino Unido) implementó una ley en los años 90,
denominada Treasure Act, que creó una agencia, la Portable Antiquities Scheme
(PAS), responsable de regular y documentar todos los tesorillos. Así, cualquier
persona que encuentre objetos antiguos, ya sea de casualidad o mediante
aparatos de detección legales en el Reino Unido, debe ponerse en contacto con
la PAS, con sede en el Museo Británico, que se encarga de recoger y estudiar el
hallazgo, hasta decidir si es de interés general, en cuyo caso se compensa a
precio de mercado al responsable del hallazgo y al propietario de los terrenos.
Y si no es de interés general, entonces después de documentado se devuelve al
que lo encontró y al propietario de los terrenos para que hagan lo que quieran
con el mismo.
Esto ha
permitido en los últimos 15 años que se documenten casi un millón de objetos
mediante a través del PAS, que de otra forma nunca hubiesen sido hallados, ya que se
encuentran fuera de zonas arqueológicas conocidas o protegidas. De ese casi millón,
unos 9 000 han sido declarados tesoro debido a su importancia. Por ejemplo, en
referencia a las monedas celtas de las que hemos hablado anteriormente, se
calcula que un 80% de las casi 50 000 que hay documentadas en el Celtic Coin
Index (CCI) han sido descubiertas por aficionados.
A
continuación detallaré varios de estos tesorillos de moneda romana se pueden
observar en la sala 49 de la que hablamos.
El
tesorillo de Howe probablemente represente los ahorros de un soldado u oficial
romano. Se encontró en Howe, Norfolk, entre 1981 y 2002, y comprende 15 áureos
y 131 denarios.
©Raimundo Benzal Martínez
Se considera
que fue enterrado en los años finales del s. I dC, conteniendo monedas fechadas
hasta 87 dC, y presenta las características circulatorias propias de la época,
con un 45% de tipos republicanos, luego un bajón considerable desde Calígula
hasta la reforma monetaria de Nerón en 64 dC, para incrementar las cantidades
de nuevo hasta llegar al reinado de Domiciano.
En esta
época había varias legiones estacionadas en Britannia, con los soldados
viviendo en fuertes a lo largo y ancho del país, como este de Housesteads:
©Raimundo Benzal Martínez
En
tiempos de Adriano había 15 000 legionarios estacionados en Britannia, cada uno
de ellos con un sueldo de 300 denarios anuales, lo que hace un montante de
4 500 000 denarios o 180 000 áureos.
Las
gentes de Britania no utilizaban el dinero como nosotros hacemos. Las monedas
de bronce de menos valor, como los semis o los cuadrantes, han sido encontradas
en muy escaso número en la isla, lo que indica que no se empleaba calderilla para
las transacciones diarias. Tampoco se han encontrado muchos áureos, quizá por
ser a su vez demasiado valiosos, siendo solo acumulados como riqueza por los
poderosos. Aquí vemos un tesorillo de áureos, conocido como de Bregdar, y
hallado en Sittingbourne, Kent, compuesto exclusivamente por 37 áureos, los
últimos acuñados por Claudio en 41-2 dC. Esta cantidad de dinero correspondería
por ejemplo a cuatro años de paga de un legionario, y se supone enterrado
alrededor de 43 dC, en un lugar cercano a la batalla decisiva entre romanos y
tribus locales en el río Medway, cerca de Rochester.
©Raimundo Benzal Martínez
Las
monedas se encontraban enrolladas cuidadosamente, por lo que se presupone que
estaban contenidas en un trozo de tela o una pequeña bolsa de piel que no ha
sobrevivido.
En la
antigüedad, quizá incluso más que en nuestros días, la falsificación de moneda
era algo relativamente común, aunque estaba penada con la muerte. Esto no
amedrentaba a los falsificadores, y en Suffolk se encontró un tesorillo en lo
que se supone estuvo el taller de un falsificador. Se da la particularidad que
está compuesto exclusivamente por denarios de Claudio, que no eran los más
comunes, ni entonces ni mucho menos ahora, como cualquier estudioso o
coleccionista conoce.
©Raimundo Benzal Martínez
En
algunas ocasiones los hallazgos no son exclusivamente de monedas, como hemos
visto en el de Alton. Otro ejemplo es el hallazgo del tesorillo del joyero de Snettisham , enterrado alrededor de 155 dC en Snettisham, Norfolk, y
descubierto durante labores de construcción en 1985.
©Raimundo Benzal Martínez
Se
encuentra plata y oro de desecho, lingotes, una herramienta para pulir cuarzo, más
de un centenar de gemas sin montar,
varias decenas de anillos, y alguna pulsera, todo lo cual indica un
taller de joyería. Las condiciones del enterramiento eran tan buenas que se
encontraron varias piezas textiles. Las monedas son 110, 87 de ellas denarios
de plata y el resto bronce. De los denarios se da una gran proporción de
monedas del emperador Domiciano, muerto unos 70 años antes de la ocultación; se
supone que estaban destinadas a ser fundidas para la fabricación de joyas. Las últimas monedas son de Faustina, acuñadas
en 154-5 dC, lo que nos da la fecha a partir de la cual el tesorillo fue
enterrado, el llamado término post-quem.
En otra sala se encuentra un espectacular “tesorillo”, descubierto en Corbridge,
Northumberland, en 1911, dentro de una jarra de bronce que, tapada en su
abertura con dos monedas de bronce, escondía un contenido de nada menos que 160
áureos, desde Nerón con 10 a Marco Aurelio con 4, además de, entre otros, Galba
(3), Otón (3), Vitelio (1), Vespasiano (15), Tito (11), Domiciano (5), Trajano
(47), Marciana (1), Adriano (36), Sabina (3), Aelio (1), Antonino Pío (11), y Faustina
(7).
©Raimundo Benzal Martínez
Las
técnicas de excavación en 1911 no seguían los mismos estándares que en la
actualidad, y cuenta el excavador jefe, sir Edmund Craster, en el Numismatic
Chronicle de 1912 editado por la Royal Numismatic Society, que al hallar la
jarra de bronce la levantaron sin más, rompiéndose bajo el peso de los dos
kilos de áureos que contenía, y destruyendo ambas monedas de cobre, lo que
provocó un “río de áureos” por todo el emplazamiento.
Por
supuesto no todo son monedas en la sala 49. Esta está distribuida en varias
secciones con sus correspondientes vitrinas, en las que podemos encontrar
objetos tan interesantes como los siguientes :
©Raimundo Benzal Martínez
La
cabeza del dios Júpiter está fabricada a partir de dos piezas, y se supone que
habría una corona o diadema sobre la misma, a la vez que los ojos tuvieron que estar
esmaltados para darle una apariencia más real.
La
figura femenina con casco representa a Minerva, la diosa romana de la guerra,
la sabiduría, la artesanía y las curaciones.
El
sonajero de bronce que se observa detrás se supone que era un instrumento religioso
usado por los sacerdotes en las ceremonias para atraer a los dioses y espantar
a los demonios. También pudo haberse utilizado en adivinaciones.
Volviendo
a las monedas, y adentrándonos en el Bajo Imperio, podemos encontrar un áureo
de Probo (276-82 dC) y un medallón de Galieno (253-68 dC):
©Raimundo Benzal Martínez
A
partir de la segunda mitad del s. III dC el arte de los retratos en la
amonedación romana se vuelve más basto, con los rasgos faciales cada vez menos
distinguidos. Eso no impide realizar monedas de extraordinaria belleza como las
anteriores.
En 286
dC Diocleciano nombró co-emperador a Maximiano, dejándolo al cargo de la parte
occidental del imperio, en la que todavía se daban disturbios y malestar
político tras las guerras civiles, y donde la amenaza de los pueblos bárbaros
era una realidad constante. Uno de los generales con mayor éxito de Maximiano
era Marcus Aurelius Mauseus Carausius (286-93 dC), originario de Menapia, entre la
actual Bélgica y Países Bajos, y estaba a cargo de las bases y flotas del norte
de Galia y Britania. Ese mismo año, tras una incursión sajona, Carausio
aprovechó para apoderarse de toda esa zona del imperio y proclamarse emperador
en la ciudad de Rotomagus, la actual Rouen (Francia). Poco después cruzó el canal y se
estableció en Britania, haciendo de Londinium su capital.
Carausio
acuñó una cantidad enorme de denarios de alta calidad, una denominación que
llevaba tiempo desaparecida de las cecas imperiales. También acuñó abundante
moneda fiduciaria en forma de bronces radiados (antoninianos), y áureos de una calidad
excepcional. Carausio se consideraba emperador legítimo de Roma, como puede
verse en muchos de sus tipos, como las numerosas acuñaciones con la loba
amamantando a Rómulo y Remo.
En la sala que estamos visitando podemos ver un precioso áureo de Carausio acuñado en Londinium y encontrado en Derbyshire en 2007:
©Raimundo Benzal Martínez
Por el
momento se considera este áureo como único, mostrando en anverso al emperador
en atavío militar, y como reverso a Pax, la personificación romana de la Paz,
por lo que vemos a la vez la realidad de unos tiempos levantiscos y un imperio
no reconocido por Diocleciano y Maximiano, y por otro la aspiración de alcanzar
la paz en un reinado problemático desde sus inicios.
La
moneda proviene de un pequeño hallazgo de dos monedas de oro, elevando el total
de estas monedas conocidas de Carausio a veinticinco.
En otra
sala del museo podemos ver más monedas de Carausio:
©Raimundo Benzal Martínez
siendo
(8) un áureo, Londres, 293 dC, (9) bronce radiado, Londres, 286-93 dC, (10) medallón de cobre, Londres, ca.287 dC, y (11)
dos denarios acuñados en Londres en 287 dC (i.) y 286-93 dC (d.)
Las
acuñaciones de Carausio tienen la particularidad única en toda la historia de
la numismática clásica romana de citar a escritores clásicos latinos. En el
reverso del medallón (10 en la foto de arriba) ampliado aquí abajo se lee la cita de Églogas, 4, de
Virgilio: “Ahora una nueva generación desciende desde el Cielo” .
©Raimundo Benzal Martínez
El
tesorillo de Frome, si bien no se encuentra en el Británico sino en el Museo de Somerset, nos proporciona una idea clara del
circulante en Britania durante este época.
©Heritage Daily
Fue
descubierto por aficionados en 2010, conteniendo más de 52 000 monedas fechadas
de 253 a 293 dC, divididas en unas 15 000 del imperio central, sobresaliendo las
de Galieno y Claudio II, las casi 30 000 del imperio galo, la mayoría de
Victorino y los dos Tétricos, sin olvidarnos de 766 monedas de Carausio.
©Wikipedia
Carausio
gobernó siete años gracias a que el poderoso ejército y flota a su disposición
supo mantener a raya los embates del imperio central. Pero como ya era común en
aquella época fue una persona cercana a él, su ministro de finanzas Alecto,
quien le asesinó en 293 dC. Y como este tampoco tenía intención de volver al
redil de Diocleciano y Maximiano, asumió para sí mismo la púrpura imperial.
Alecto
acuñó oro únicamente en la ceca de Londinium, y no llegó a acuñar denarios, lo que
parece indicar que los mismos habían sido emitidos durante los primeros años
del reinado de Carausio. Como su anterior jefe, acuñó una gran cantidad de
bronces radiados.
En
nuestra ya familiar sala 49 podemos observar algunas monedas más relacionadas
con el imperio romano-británico,
©Raimundo Benzal Martínez
siendo
(27) un sólido acuñado en Londres, (28) un medallón y (29) un antoniniano, todos de
Carausio. La (30) es un radiado de Alecto, y la (31) es una copia por
electrotipo de un impresionante medallón de oro de Constancio I, con un motivo
muy ligado a esta historia y del que hablaremos algo más abajo.
De mi
colección, un antoniniano de Carausio
©Raimundo Benzal Martínez
Anv / IMP CARAVSIVS PF AVG, busto radiado y togado de Carausio a d.
Rev / PAX AVG, Pax estante a i., sosteniendo ramo y cetro largo.
AE, 21.5 mm, 2.66 g
Ceca:
Londinium
RIC V.II/880
[C]
ex-J.B.G.R., 2011
ex-J.B.G.R., 2011
Y un quinario de Alecto
©Raimundo Benzal Martínez
Anv/ IMP C ALLECTVS PF AVG, busto
radiado con coraza de Alecto a d.
Rev/ VIRTVS AVG, galera a d., QL en ex.
Rev/ VIRTVS AVG, galera a d., QL en ex.
AE, 20.2 mm, 2.79 g
Ceca: Londinium
RIC V.II/55 [C]
ex-J.B.G.R., 2011
Ceca: Londinium
RIC V.II/55 [C]
ex-J.B.G.R., 2011
En 293
dC Constancio I fue nombrado emperador “junior” (César) dentro del esquema de
la nueva tetrarquía instituida por Diocleciano, bajo el mando de Maximiano en
occidente, y su primer cometido fue acabar de una vez por todas con la
sublevación británica. En una campaña relámpago tomó las bases del norte de
Galia, en especial la actual Boulogne, invadiendo Britania en 296 dC y recuperando
el control. Alecto consiguió escapar, pero fue capturado y posteriormente
ejecutado. Acababa de este modo un imperio que había conseguido sobrevivir casi
una década fuera del imperio central, aunque en términos numismáticos la ceca
de Londres prosiguió su labor acuñadora durante las décadas siguientes.
Para
conmemorar este hecho Constancio mandó acuñar el medallón que hemos visto
anteriormente. Anverso y reverso (también
copias, ya que el original se encuentra en el Museo Municipal de Arras en
Francia) pueden verse en otra sala:
©Raimundo Benzal Martínez
Este
medallón formaba parte del tesoro de Beaurains, cerca de Arras en el norte de
Francia, y fue descubierto en 1922 junto con una gran cantidad de monedas de
oro y plata, además de joyas y artículos de plata de toda índole.
El
anverso nos muestra a Constancio con traje militar y una capa o paludamentum, mientras que en el
maravilloso y detalladísimo reverso se ve la personificación de Britania
arrodillándose ante Constancio frente a las puertas de Londres, y debajo una
nave transportando tropas hacia la ciudad.
El
tesoro tardo-romano de Hoxne fue descubierto en 1992, encontrándose en la misma
más de 15 000 monedas, además de joyas de oro y artículos de mesa de plata, en
especial cucharas. La presencia de aros de hierro indicaron que estuvo
encerrado en un recipiente de madera de unas dimensiones alrededor de 60x45x30
cm.
©Raimundo Benzal Martínez
El
enterramiento se fecha alrededor de 407-8 dC, una época donde el poder romano
estaba declinando en Britania.
De las
15 000 monedas, 574 son sólidos de ocho emperadores distintos, desde
Valentiniano I (364-75) hasta Honorio (393-423), además de 61 grandes miliarenses
y más de 14 000 pequeñas silicuas, ambos de plata, con monedas desde Constancio
II (337-61) hasta Constantino III (407-11).
©Raimundo Benzal Martínez
Las dos
silicuas encontradas del usurpador Constantino III, que trasladó un gran número
de tropas de Britania para derrotar a Honorio, fueron claves para datar el
hallazgo a partir de 407 dC.
Los
tesorillos encontrados lejos de cecas ofrecen la posibilidad de estudiar la
distribución de circulante a lo largo del imperio. Así, Hoxne nos ofrece
monedas de 16 cecas distintas, desde Treveri (moderna Trier, en Alemania) en
occidente hasta Antioquía en oriente.
©Raimundo Benzal Martínez
Para
finalizar en otra nota no numismática, a destacar en la sala uno de los objetos
estrella de todo el Museo, el conocido como Gran Bandeja de Mildenhall,
encontrado en la localidad del mismo nombre situada en el condado de Suffolk,
comprendiendo uno de los mayores hallazgos de artículos de mesa en plata en
todo el Reino Unido, un enterramiento fechado en el s.IV dC.
©Raimundo Benzal Martínez
La
bandeja también se conoce asimismo como de Neptuno u Océano. La imaginería
sobre Baco tenía larga tradición en Grecia y Roma, siendo este objeto una
magnífica representación del mismo; mide 60.5 cm de diámetro y pesa más
de 8 kilos. La decoración es una mezcla de bajorrelieve y grabado de línea,
aludiendo a las plegarias y mitología de Baco en tierra y mar. La cara del
centro representa a Océano, con algas como barba y delfines en la cabellera. El
círculo interior, rodeado por conchas marinas, representa a ninfas montando
criaturas mitológicas marinas, como un tritón y un dragón marino. En el área
exterior se muestra al mismo Baco sosteniendo un racimo de uvas y un bastón (thyrsus) con un pie sobre una pantera y
presidiendo una celebración con música, baile y bebida en su honor. Entre los
invitados aparecen un Hércules ebrio de vino, el dios Pan con sus piernas de
cabra, además de sátiros y un grupo de devotas (Ménadas).
Bene valeas.
BIBLIOGRAFÍA
- - British
Museum. https://www.britishmuseum.org/
- - Wikipedia. http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Iron_Age_hoards_in_Britain
y http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Roman_hoards_in_Britain
- Ancient
British Coins. C. Rudd, E. Cottam, P. de Jersey, J. Sills. C. Rudd, 2010.
-
British
Iron Age Coins in the British Museum. R. Hobbs. The British Museum Press, 1996.
-
A
History of Roman Coinage in Britain. S. Moorhead. Greenlight Publishing, 2013.
-
Romano-British
Coin Hoards. R.A. Abdy. Shire Publications, 2002.
- The Frome Hoard. S. Moorhead, A. Booth, R. Bland. The British Museum Press, 2010.
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