lunes, 15 de septiembre de 2014

El tesoro de áureos de Trier.

Ave.

En Septiembre de 1993, un fabuloso tesoro de áureos dotó de la noche a la mañana al Museo Estatal Renano de Trier de una de las mayores colecciones de moneda antigua de oro del mundo. Durante las excavaciones de un aparcamiento de varios niveles en los terrenos de un hospital, una vasija de bronce con forma de cubo, de unos 25cm de altura, se resquebrajó por la acción de la excavadora; la vasija tenía un cuello vertical elevado y una tapadera que lo cubría envolviéndolo por completo; originalmente contivo más de 2650 áureos romanos.



(c) Rheinisches Landesmuseum Trier


El lugar del hallazgo se encontró aproximadamente a 50cm bajo el sótano en un área que tuvo extensas redes de subsuelo en una zona residencial romana del s.II al s.IV dC en el barrio occidental de Augusta Treverorum, un área donde ya hubo otros hallazgos, como un depósito de 49 utensilios de plata decorada pesando más de 100kg y descubiertos en 1628.


(c) Rheinisches Landesmuseum Trier


Pesando en total 18.5kg, el tesoro es el más importante a nivel mundial en áureos del periodo imperial romano. De las originalmente más de 2650 piezas, 2518 (más de un 95%) fueron a parar a la colección del Museo Estatal Renano de Trier. Hasta ese momento los hallazgos de áureos más importantes habían ocurrido en París (1860), Mespelear en Bélgica (1607) y Santiponce en España (1898), conteniendo todos ellos entre 1500 y 2000 monedas. El hallazgo más importante en Alemania había sido en Perscheid, cerca de Oberwessel del Rín, con 588 áureos, ocurrido en 1693, exactamente 300 años antes del hallazgo de Trier.


(c) Rheinisches Landesmuseum Trier

Excepto por unas pocas denominaciones menores, las acuñaciones eran todas ellas de áureos emitidos durante los s.I y II dC, con un peso medio de 7.27g y una ley muy elevada de 990/1000. En total cubren 29 emperadores, emperatrices y otros miembros de la familia imperial. Lás más antiguas fueron acuñadas en tiempos de Nerón en 63-4 dC, y las mås recientes con Septimio Severo entre 193 y 196 dC. Un 96% fueron acuñadas en Roma, y el resto en Lugdunum, la actual Lyon.

(c) Rheinisches Landesmuseum Trier

Ochenta y cuatro de estas monedas fueron nuevos tipos o variantes, es decir, documentados por primera vez  gracias a este hallazgo en Trier. Las monedas de este tesoro comprenden alrededor de un 10% de todas las existencias de áureos a nivel mundial acuñados en el periodo comprendido entre 64 y 167 dC. Así pues, las monedas representadas en este hallazgo alteraron substancialmente la frecuencia de tipos individuales que se creía existentes (y raros) hasta ese momento. Además, numerosos áureos, en especial los que van de Nerón (54-68 dC) a Tito (79-81), presentan muescas o arañazos con los que quizá sus dueños probaron en su día tanto su peso como su autenticidad.

(c) Rheinisches Landesmuseum Trier

Los áureos que van de los emperadores Nerón a Tito comprenden casi tres cuartas partes del tesoro, y las que van de Nerón al 68 dC más de un tercio, siendo esto así por la devaluación que ocurrió con Nerón en 64 dC con el objetivo de rellenar las arcas estatales y aligerar los efectos de la crisis financiera creada por la guerra en Armenia y el fuego que consumió gran parte de Roma. Los áureos anteriores, más pesados, habían sido previamente retirados de la circulación y en su mayor parte fundidos.

Se supone que las piezas individuales estuvieron en su día envueltas en pequeños trozos de tela, y luego empaquetadas en bolsas de piel que fueron depositadas en la vasija. Así su salvaguarda ocurrió como una especie de depósito cerrado, siendo accesible solo al dueño o administrador, las únicas personas que podían quitar o añadir monedas.

(c) Rheinisches Landesmuseum Trier

El tesoro, depositado en 167 dC, permaneció evidentemente intacto hasta que se quitó una bolsa alrededor de 193 dC. Sobre el 196 dC se añadieron, por última vez, un pequeño número de áureos a nombre de Didio Juliano y Septimio Severo.

Como esta enorme cantidad de 2650 áureos no volvió a recuperarse del subsuelo del sótano, el dueño o administrador de los mismos pudo no haber sobrevivido la guerra civil entre Septimio Severo (193-211 dC) y Clodio Albino (193-97 dC).

(c) Rheinisches Landesmuseum Trier

No se puede saber con certeza si la ocultación fue un hecho responsable del administrador del dinero, o quizá producto del egoísmo, por parte de un seguidor de Albino. De cualquier forma pudo morir poco después, lo que le impidió volver a recuperar el tesoro o devolvérselo a su dueño. Como resultado, el hallazgo permaneció oculto hasta el presente, aunque el sótano fue utilizado hasta el s.IV dC con sucesivas renovaciones.

(c) Rheinisches Landesmuseum Trier

En febrero de 197 dC, Clodio Albino fue derrotado de forma definitiva cerca de Lugdunum y acto seguido se suicidó. Antes había intentado sitiar Trier para integrarla en su círculo de poder, pero el sitio fue levantado por los soldados de la Legión XXII, por lo que el pueblo de Trier erigió una inscripción honorífica en Mainz (la romana Mogontiacum) poco tiempo después por sus servicios. El fin de la serie de monedas en 196 d c y el posterior sitio de Trier tienen sin duda una conexión directa.

Bene valeas.

Bibliografía
Rheinisches Landesmuseum Trier. "Der römische Goldmünzenschatz aus der Feldstrasse in Trier". 2013.

Nota.- Mi agradecimiento sincero a los foreros jmuona y OldMoney del Forum Ancient Coins por darme a conocer la noticia.

2 comentarios:

  1. Fantástico hallazgo. Impresionante.
    Qué barbaridad.
    Gracias por contárnoslo.

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  2. Maravilloso! Excelente época también, gracias por compartirlo.

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